Crítica de la tercera temporada de ‘Glee’. Los chicos del coro más conocido de la televisión han despidió su tercera etapa en antena sabiendo que regresarán un año más con nuevas canciones, nuevas melodías y grandes cambios.
‘Glee’ se convirtió en todo un fenómeno de masas el primer año de su estreno, sacando discos recopilatorios y mostrando las dotes artísticas que los cantarines podían tener. Ahora haremos balance de lo que ha sido la tercera temporada. [Contiene spoilers].
Con esta temporada tengo un sentimiento un poco ambiguo. Desde el comienzo se anunciaba a bombo y platillo que algunos de los personajes terminarían el instituto y tendrían que emprender nuevos caminos hacia su futuro más inmediato. Eso es en lo que se ha basado ‘Glee’ esta temporada.
La primera parte de la temporada ha sido bastante soporífera, con episodios cansinos, aburridos y sin ningún fundamento. Un personaje como Quinn pasó a ser la chica mala del colegio y de ahí a una niña caprichosa que quería recuperar a su hija (sin conseguirlo); esos bandazos de algunos personajes han hecho que otros como Santana tomará el protagonismo que le corresponde.
Con un clilffhanger bastante logrado (a pesar de la explicación posterior mediocre) ‘Glee’ no ha tenido término medio en la medición de sus capítulos, o han sido para enmarcar o de lo más aburrido que puedas ver. Pero en la segunda parte de la temporada ha habido un buen equilibrio.
Han pasado grandes estrellas como Ricky Martin y Matt Bomer que han hecho capítulos entretenidos. Aunque obviamente la serie no son solo sus invitados, hay que cuidar a los actores y con algunos no lo han hecho en la gran parte de la temporada (como por ejemplo con Mercedes, Sam o Puck). Sin embargo y a pesar de todo ‘Glee’ ha sabido otorgarle un final espectador y que personalmente no me esperaba.
Después de tres años ganan el primer premio en los Nacionales (con cameo de Lindsay Lohan incluido) y Will se lleva el del mejor profesor del año. Parece que todo el mundo consigue lo que desea, y es verdad que ha sido bonito el final pero sobre todo ha sido muy emotivo.
Nos hemos tenido que despedir casi individualmente de los personajes que toman distintos destinos a Ohio y quizás no vuelvan a ver a sus antiguos amigos (aunque sabiendo que volverá en la cuarta temporada, es obvio que tendrán una manera de reencontrarse).
Mercedes y Puck estarán en Los Ángeles, Santa y Rachel en Nueva York, Quinn en Yale, Finn se va a Georgia a la guerra (o quizás no lo haga, es una duda que se mantiene) y Mike seguirá bailando en la universidad. Creo que el secreto de esta season finale que sabe a despedida de serie, ha sido la magnífica elección de los temas; grandes canciones, grandes interpretaciones que se han confabulado para hacernos sentir cómo los personajes han evolucionado en estos tres años.